top of page

El papel de la Educadora

La educadora enfrenta un

gran desafío: lograr que los

niños se formen un concepto

de su escuela como el lugar

donde aprenden más de

lo que ya saben, en el que

hacen cosas interesantes

y piensan, juegan, discuten,

se pueden equivocar y

apoyarse para resolver

problemas y superar

dificultades.

El trabajo de la educadora se centre en proponer a los niños situaciones y experiencias en las que, al participar, usen las capacidades y los conocimientos que tienen; de esta manera, fortalecen aquellas al tiempo que amplían sus conocimientos y construyen otros.

El fortalecimiento de la expresión oral es una prioridad que debe atender la educadora, porque en la medida en que el niño sea capaz de comunicar lo que piensa, de manera cada vez más precisa, logra organizar su pensamiento, ampliar su vocabulario y construir significados.

A los niños les gusta aprender y ello exige un trabajo dinámico, organizado y enfocado al fortalecimiento de sus capacidades cognitivas y comunicativas, sociales y emocionales. Éste es el punto de partida para organizar el trabajo pedagógico y orientarlo al logro de los propósitos

educativos que establece el currículo.

Algunas condiciones básicas para el desarrollo del trabajo con los niños son las siguientes:

  • La creación de un clima afectivo y cordial entre el grupo y su maestra.

  • La definición de la finalidad educativa de las situaciones didácticas (o de aprendizaje).

  • El tiempo que se destinará a cada situación, tomando en cuenta las actividades que los niños realizarán y los procesos que implican para ellos.

  • La relación entre juego y aprendizaje

Unknown Track - Unknown Artist
00:0000:00
bottom of page